"Persona con"
Es habitual leer expresiones como esta: "Premiaron a personas con discapacidad". Esta es una construcción gramatical errónea.
La locución "persona con" carece de significado gramatical; si añadimos 'discapacidad', igualmente carece de sentido gramatical. (Tiene "sentido social", por así decirlo, pero esto ya es otro asunto, como veremos).
La preposición 'con' debe ir junto con un verbo que signifique compañía física o imaginaria:
Mañana viajaré con mis compañeros.
Juan está con su familia.
Luisa tiene problemas con sus vecinos.
Estoy con sueño.
Ella trabaja con ahínco.
Por eso, pues no incluye un verbo "de compañía", es absurda la expresión "Premiaron a personas con discapacidad". Esta debe ser: "Premiaron a personas que sufren [tienen] discapacidad" o "Premiaron a personas discapacitadas". Esta es la expresión más lógica y directa.
"Persona con discapacidad" es una locución prepositiva (de la preposición 'con'); 'discapacitado' es un adjetivo o un substantivo: no pueden intercambiarse.
¿Por qué se emplea una expresión agramatical como "Premiaron a personas con discapacidad"? Por presiones de grupos sociales que suponen que 'discapacitado' es una palabra ofensiva. Incluso, la locución "persona con discapacidad" consta en algunas leyes (como igualmente aparece otro absurdo: 'femicidio', en vez de 'feminicidio').
La expresión "personas con discapacidad" es una anomalía gramatical pues carece de corrección sintáctica: no hay vuelta que darle en este sentido; en cambio, pueden decirse otras consideraciones en el aspecto social.
La locución "personas con discapacidad" es un asunto social más que gramatical; su examen pertenece a la sociolingüística; es decir, a la disciplina que estudia las peculiaridades del uso de un idioma (según épocas, países, regiones, edades, clases sociales, niveles de educación, etc.).
Una expresión puede volverse "fea" con el tiempo. Hace muchos años se decía 'sordo' y 'ciego' sin que los sordos y los ciegos se ofendiesen; en cambio, ahora, ambas palabras parecen desagradables; por tanto, se les buscan reemplazos ("persona con discapacidad visual o auditiva", etcétera).
Así también, 'viejo' se reemplazó con 'anciano', y este término con "adulto mayor" (otro absurdo pues 'mayor' es un adjetivo comparativo que demanda precisar mayor que quién).
Las palabras con las que se procura no ofender se llaman 'eufemismos'. Los términos ofensivos son los 'disfemismos'.
"Persona con discapacidad" es una expresión eufemística (para su desgracia, es agramatical). Otro eufemismo es "la presidenta", absurdo antigramatical por "la presidente".
¿Cuándo y dónde aparece un eufemismo? Por lo general es imposible saberlo. Lo normal es que una palabra parezca "fea" a una o a más personas. Estas reemplazan ese término ('viejo') por otro que les parece mejor ('anciano'). Con el tiempo, ese último término ('anciano') parece ofensivo, de modo que a alguna persona se le ocurre emplear otra expresión ('adulto mayor'). Así puede seguirse indefinidamente.
Ese proceso de substituciones se refuerza si participan personas que ejercen alguna forma de poder (político, religioso, artístico, etcétera). Tales personas dotan de "prestigio" al eufemismo, de modo que más personas lo emplean. Se produce un contagio mental.
¿Hay alguna razón gramatical para que ocurran esos reemplazos de palabras? No; ninguna: el viejo seguirá siendo anciano, y el anciano seguirá siendo viejo. La única diferencia reside en el valor emotivo que la gente otorgue a una palabra. Por tanto, estamos en el terreno de la psicología más que de la gramática (de la semántica). Por esto también, las discusiones sobre los eufemismos suelen ser muy subjetivas.
Algunos diccionarios añaden datos en ciertas palabras y ponen "Voz malsonante" o "Voz despectiva", indicaciones que sirven al hablante para que conozca la "carga emotiva" de los usos.
Un problema adyacente aparece cuando unas personas aceptan el nuevo eufemismo, pero otras lo rechazan porque lo creen innecesario o porque no lo comprenden. ¿Por qué decir "la poeta" y no "la poetisa"? Para algunas personas, 'poetisa' transmite una idea despectiva, pero esto más bien revela ignorancia ya que el sufijo '-isa' denota género gramatical femenino, no sentido despectivo. ¿Es despectivo decir 'sacerdotisa'? Sería raro porque contiene el mismo sufijo que 'poetisa'. Algo similar puede decirse de 'alcaldesa' y 'abadesa', que incluyen el sufijo '-esa', propio del género gramatical femenino.
Estos son algunos sufijos realmente despectivos: '-ajo', '-ejo', '-aco'. '-astro', '-ucho', '-uelo', '-uzo'.
En todo caso, un idioma es más que una gramática: es también una relación social, y, por serlo, se usan los eufemismos y los disfemismos. Sin embargo, es bueno saber que empleamos eufemismos por motivos sociales y extragramaticales. También conviene saber que algunos eufemismos son francamente antigramaticales, como "persona con discapacidad".
Debajo aparece un artículo publicado en la dirección de la Fundación del Español Urgente (Fundéu, de la Agencia Efe). Ese artículo ayuda a aclarar ideas, aunque también embrolla otras. Por ejemplo, en tal escrito se afirma que "la discapacidad es una construcción social", pero esto es ridículo.
La ceguera, la sordera, la cojera, la zurdera, la heterosexualidad, la homosexualidad, la psicosis, etcétera, son hechos reales, "materiales", y algunos son innatos e inmodificables (como la zurdera y la homosexualidad). De tal modo, no son "construcciones sociales".
En cambio, "construcción social" sí es la forma en la que una sociedad, una clase social, la gente de cierta edad, etcétera, perciben un hecho real (como la sordera o la psicosis). Esta forma de percepción se modifica; la sordera, no (salvo que haya formas médicas de eliminarla).
Por supuesto, sí hay construcciones sociales (ideas comunes), como las formas en las que la gente de un país se percibe a sí misma y a las personas de otros lugares, y como la manera en la que los habitantes de un país recuerdan su historia. Estas construcciones sociales pueden modificarse; no son materiales.
La manía de llamar "construcción social" a todo es una cantaleta de los "filósofos" "posmodernos", de quienes el filósofo Mario Bunge se burla al decir que, para ellos, "una vaca también es una construcción social". La vaca protestaría, y no está bien hacerle sufrir una crisis de realidad.
--------------
eufemismo.
(Del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός).
1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
disfemismo.
1. m. Modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición a eufemismo.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
--------------
Defensores de DD. HH advierten que los diminutivos y los vocablos «cariñosos» discriminan
Los eufemismos, diminutivos o palabras aparentemente cariñosas como cieguito, cojito, renguito y sordito para llamar a los ciegos, cojos o sordos muestran discriminación y desprecio, advirtieron hoy defensores de derechos humanos de Ciudad de México.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) explicó en un comunicado que estos términos tienen «connotaciones negativas peyorativas» y denotan una disminución del valor de la persona o una ausencia total de su valía.
«Se deben emplear vocablos o conceptos correctos al aludir algún tipo de discapacidad o a las personas que la presentan», precisó.
Precisó que el término correcto es personas con discapacidad y no usar discapacitado, incapacitado, lisiado, disminuido, deficiente, tullido, defectuoso, inválido o minusválido, persona especial o persona normal, los cuales «son incorrectos».
El defensor del pueblo presentó estas recomendaciones a funcionarios públicos capitalinos y serán entregadas a las autoridades en un manual didáctico para «referir y tratar adecuadamente el tema a quien tiene esta condición», así como para reconocer sus derechos y sus demandas.
Recordó que la discapacidad «es una construcción social —y por lo tanto modificable— que se presenta en un contexto físico, político y social con el que interactúa, y al hacerlo, tanto el entorno como la discapacidad se redefinen cada vez».
Dijo que las personas con discapacidad «no son personas enfermas» y que la discapacidad «es una condición», aunque aclaró que tampoco se debe actuar «como si la discapacidad no existiera, porque está ignorando una condición importante en la persona».
Insistió en la «correcta" utilización y aplicación el lenguaje para que las personas con discapacidad "logren alcanzar su participación plena en la totalidad» en las áreas de la vida y en igualdad de condiciones con las demás personas.
También recomendó que cuando se hable o requiera alguna información de una persona con discapacidad es necesario «dirigirse directamente a ella y no a sus acompañantes o intérpretes».
Entre otras recomendaciones señala no empujar ni tocar la silla de ruedas de una persona con incapacidad motriz, «a menos que ella lo pida, ya que la silla es parte de su espacio personal».
En el caso de las personas con discapacidad auditiva se menciona prestar atención a las claves que la persona le ofrezca para averiguar si prefiere usar las señas o gestos (a través servicio de interpretación simultánea), escribir o hablar.
Con persona con discapacidad visual, uno se debe identificar, saludar y mencionar nombre y cargo, antes de tener contacto físico con una persona ciega. Si no lo conoce, explicarle el motivo de su presencia.
Respecto a las persona con discapacidad intelectual, menciona que debe dirigirse a él o ella con oraciones claras, utilizando expresiones simples y conceptos concretos (evitando las abstracciones).
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7153076902993379628#editor
http://www.fundeu.es/noticias-articulos-defensores-de-dd-hh-advierten-que-los-diminutivos-y-los-vocablos-carinosos-discriminan-6823.html
Es habitual leer expresiones como esta: "Premiaron a personas con discapacidad". Esta es una construcción gramatical errónea.
La locución "persona con" carece de significado gramatical; si añadimos 'discapacidad', igualmente carece de sentido gramatical. (Tiene "sentido social", por así decirlo, pero esto ya es otro asunto, como veremos).
La preposición 'con' debe ir junto con un verbo que signifique compañía física o imaginaria:
Mañana viajaré con mis compañeros.
Juan está con su familia.
Luisa tiene problemas con sus vecinos.
Estoy con sueño.
Ella trabaja con ahínco.
Por eso, pues no incluye un verbo "de compañía", es absurda la expresión "Premiaron a personas con discapacidad". Esta debe ser: "Premiaron a personas que sufren [tienen] discapacidad" o "Premiaron a personas discapacitadas". Esta es la expresión más lógica y directa.
"Persona con discapacidad" es una locución prepositiva (de la preposición 'con'); 'discapacitado' es un adjetivo o un substantivo: no pueden intercambiarse.
¿Por qué se emplea una expresión agramatical como "Premiaron a personas con discapacidad"? Por presiones de grupos sociales que suponen que 'discapacitado' es una palabra ofensiva. Incluso, la locución "persona con discapacidad" consta en algunas leyes (como igualmente aparece otro absurdo: 'femicidio', en vez de 'feminicidio').
La expresión "personas con discapacidad" es una anomalía gramatical pues carece de corrección sintáctica: no hay vuelta que darle en este sentido; en cambio, pueden decirse otras consideraciones en el aspecto social.
La locución "personas con discapacidad" es un asunto social más que gramatical; su examen pertenece a la sociolingüística; es decir, a la disciplina que estudia las peculiaridades del uso de un idioma (según épocas, países, regiones, edades, clases sociales, niveles de educación, etc.).
Una expresión puede volverse "fea" con el tiempo. Hace muchos años se decía 'sordo' y 'ciego' sin que los sordos y los ciegos se ofendiesen; en cambio, ahora, ambas palabras parecen desagradables; por tanto, se les buscan reemplazos ("persona con discapacidad visual o auditiva", etcétera).
Así también, 'viejo' se reemplazó con 'anciano', y este término con "adulto mayor" (otro absurdo pues 'mayor' es un adjetivo comparativo que demanda precisar mayor que quién).
Las palabras con las que se procura no ofender se llaman 'eufemismos'. Los términos ofensivos son los 'disfemismos'.
"Persona con discapacidad" es una expresión eufemística (para su desgracia, es agramatical). Otro eufemismo es "la presidenta", absurdo antigramatical por "la presidente".
¿Cuándo y dónde aparece un eufemismo? Por lo general es imposible saberlo. Lo normal es que una palabra parezca "fea" a una o a más personas. Estas reemplazan ese término ('viejo') por otro que les parece mejor ('anciano'). Con el tiempo, ese último término ('anciano') parece ofensivo, de modo que a alguna persona se le ocurre emplear otra expresión ('adulto mayor'). Así puede seguirse indefinidamente.
Ese proceso de substituciones se refuerza si participan personas que ejercen alguna forma de poder (político, religioso, artístico, etcétera). Tales personas dotan de "prestigio" al eufemismo, de modo que más personas lo emplean. Se produce un contagio mental.
¿Hay alguna razón gramatical para que ocurran esos reemplazos de palabras? No; ninguna: el viejo seguirá siendo anciano, y el anciano seguirá siendo viejo. La única diferencia reside en el valor emotivo que la gente otorgue a una palabra. Por tanto, estamos en el terreno de la psicología más que de la gramática (de la semántica). Por esto también, las discusiones sobre los eufemismos suelen ser muy subjetivas.
Algunos diccionarios añaden datos en ciertas palabras y ponen "Voz malsonante" o "Voz despectiva", indicaciones que sirven al hablante para que conozca la "carga emotiva" de los usos.
Un problema adyacente aparece cuando unas personas aceptan el nuevo eufemismo, pero otras lo rechazan porque lo creen innecesario o porque no lo comprenden. ¿Por qué decir "la poeta" y no "la poetisa"? Para algunas personas, 'poetisa' transmite una idea despectiva, pero esto más bien revela ignorancia ya que el sufijo '-isa' denota género gramatical femenino, no sentido despectivo. ¿Es despectivo decir 'sacerdotisa'? Sería raro porque contiene el mismo sufijo que 'poetisa'. Algo similar puede decirse de 'alcaldesa' y 'abadesa', que incluyen el sufijo '-esa', propio del género gramatical femenino.
Estos son algunos sufijos realmente despectivos: '-ajo', '-ejo', '-aco'. '-astro', '-ucho', '-uelo', '-uzo'.
En todo caso, un idioma es más que una gramática: es también una relación social, y, por serlo, se usan los eufemismos y los disfemismos. Sin embargo, es bueno saber que empleamos eufemismos por motivos sociales y extragramaticales. También conviene saber que algunos eufemismos son francamente antigramaticales, como "persona con discapacidad".
Debajo aparece un artículo publicado en la dirección de la Fundación del Español Urgente (Fundéu, de la Agencia Efe). Ese artículo ayuda a aclarar ideas, aunque también embrolla otras. Por ejemplo, en tal escrito se afirma que "la discapacidad es una construcción social", pero esto es ridículo.
La ceguera, la sordera, la cojera, la zurdera, la heterosexualidad, la homosexualidad, la psicosis, etcétera, son hechos reales, "materiales", y algunos son innatos e inmodificables (como la zurdera y la homosexualidad). De tal modo, no son "construcciones sociales".
En cambio, "construcción social" sí es la forma en la que una sociedad, una clase social, la gente de cierta edad, etcétera, perciben un hecho real (como la sordera o la psicosis). Esta forma de percepción se modifica; la sordera, no (salvo que haya formas médicas de eliminarla).
Por supuesto, sí hay construcciones sociales (ideas comunes), como las formas en las que la gente de un país se percibe a sí misma y a las personas de otros lugares, y como la manera en la que los habitantes de un país recuerdan su historia. Estas construcciones sociales pueden modificarse; no son materiales.
La manía de llamar "construcción social" a todo es una cantaleta de los "filósofos" "posmodernos", de quienes el filósofo Mario Bunge se burla al decir que, para ellos, "una vaca también es una construcción social". La vaca protestaría, y no está bien hacerle sufrir una crisis de realidad.
--------------
eufemismo.
(Del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός).
1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
disfemismo.
1. m. Modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición a eufemismo.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
--------------
Defensores de DD. HH advierten que los diminutivos y los vocablos «cariñosos» discriminan
Los eufemismos, diminutivos o palabras aparentemente cariñosas como cieguito, cojito, renguito y sordito para llamar a los ciegos, cojos o sordos muestran discriminación y desprecio, advirtieron hoy defensores de derechos humanos de Ciudad de México.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) explicó en un comunicado que estos términos tienen «connotaciones negativas peyorativas» y denotan una disminución del valor de la persona o una ausencia total de su valía.
«Se deben emplear vocablos o conceptos correctos al aludir algún tipo de discapacidad o a las personas que la presentan», precisó.
Precisó que el término correcto es personas con discapacidad y no usar discapacitado, incapacitado, lisiado, disminuido, deficiente, tullido, defectuoso, inválido o minusválido, persona especial o persona normal, los cuales «son incorrectos».
El defensor del pueblo presentó estas recomendaciones a funcionarios públicos capitalinos y serán entregadas a las autoridades en un manual didáctico para «referir y tratar adecuadamente el tema a quien tiene esta condición», así como para reconocer sus derechos y sus demandas.
Recordó que la discapacidad «es una construcción social —y por lo tanto modificable— que se presenta en un contexto físico, político y social con el que interactúa, y al hacerlo, tanto el entorno como la discapacidad se redefinen cada vez».
Dijo que las personas con discapacidad «no son personas enfermas» y que la discapacidad «es una condición», aunque aclaró que tampoco se debe actuar «como si la discapacidad no existiera, porque está ignorando una condición importante en la persona».
Insistió en la «correcta" utilización y aplicación el lenguaje para que las personas con discapacidad "logren alcanzar su participación plena en la totalidad» en las áreas de la vida y en igualdad de condiciones con las demás personas.
También recomendó que cuando se hable o requiera alguna información de una persona con discapacidad es necesario «dirigirse directamente a ella y no a sus acompañantes o intérpretes».
Entre otras recomendaciones señala no empujar ni tocar la silla de ruedas de una persona con incapacidad motriz, «a menos que ella lo pida, ya que la silla es parte de su espacio personal».
En el caso de las personas con discapacidad auditiva se menciona prestar atención a las claves que la persona le ofrezca para averiguar si prefiere usar las señas o gestos (a través servicio de interpretación simultánea), escribir o hablar.
Con persona con discapacidad visual, uno se debe identificar, saludar y mencionar nombre y cargo, antes de tener contacto físico con una persona ciega. Si no lo conoce, explicarle el motivo de su presencia.
Respecto a las persona con discapacidad intelectual, menciona que debe dirigirse a él o ella con oraciones claras, utilizando expresiones simples y conceptos concretos (evitando las abstracciones).
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7153076902993379628#editor
http://www.fundeu.es/noticias-articulos-defensores-de-dd-hh-advierten-que-los-diminutivos-y-los-vocablos-carinosos-discriminan-6823.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario